miércoles, 9 de febrero de 2011

CRIANZA Y EDUCACIÓN, QUE BUSCAN COMO OBJETIVO EL CRECIMIENTO DE LOS NIÑOS EN DIGNIDAD

Esto es, en el respeto por sí mismos y por los demás. Entre los elementos que podemos aportar durante el proceso de crianza, para que la dignidad y el decoro se incorporen definitivamente al diario vivir de las personas, están:


  • Los adultos como modelos, quienes generan una impronta muy grande en los sujetos de crianza. El ejemplo arrastra, más aún cuando está fundamentado en el ser y en el hacer mas que en el decir. Recordemos el pensamiento de San Agustín: "Cantemos una nueva canción, pero no con nuestros labios sino con nuestras vidas".

  • El ejercer frente a los niños una suficiente capacidad de escucha, reconociendo que como seres humanos son, de acuerdo con su momento de desarrollo, interlocutores válidos para nosotros y sujetos de pensamientos y sentimientos
  • importantes.

    * El evitar la utilización de la vergüenza y la culpa en el manejo de las relaciones con los niños, cuando tengamos que enfrentar los comportamientos indeseables de ellos.

  • * La utilización con los niños de formas no humillantes de castigo, donde el fin primordial sea la instauración por parte de ellos de la autocrítica frente a las acciones censurables, más que el sometimiento violento que implica, por ejemplo, el castigo físico. 

  • * El actuar de los adultos como orientadores del proceso de crianza con una serena firmeza, que evite las actitudes indeseables de la permisividad y el autoritarismo, enemigos ambos de la crianza con dignidad. Recordemos que la autoridad es un elemento fundamental en este proceso, ejercida con amor y fortalecida en la cotidianidad, como un ascendiente que se logra como producto de la adecuada relación de los padres y los maestros con los niños.

  • * El evitar en nuestro acompañamiento a los niños las actitudes sobre protectoras y sobre exigentes que dificultan el necesario proceso hacía la autonomía, que los niños deben recorrer como protagonistas de su propio desarrollo.

  • Todo lo anterior cabe plenamente dentro del contexto de una crianza humanizada donde el amor incondicional, la tradición cultural, el sentido común y algunos conocimientos especializados en un entorno amoroso y gratificante, den como resultado la formación de personas integras y dignas, tan necesarias para nuestra sociedad en los tiempos que corren. TODOS ESTOS CONSEJOS PARA LOS PADRES DE HOY MAÑANA Y SIEMPRE, para una buena convivencia de hoy mañana y para... Siempre.

LO QUE LOS HIJOS REALMENTE NECESITAN DE UN PADRE
 1. Que les demuestre su amor:

  • Los hijos, incluso adultos anhelan muestras más explícitas de cariño por parte del padre. A los niños en especial, estas manifestaciones les dan la seguridad y el estímulo que tanto necesitan. Esto se puede incluso, hacer por medio de claves secretas que se pueden usar en público.
2. Que les dedique tiempo:

  • A veces, las dos cosas más importantes que un padre puede dar a sus hijos -amor y tiempo- son precisamente aquellas que menos les prodiga. Lo que los niños más evocan de su padre es su mera presencia, que les hagamos sentir que son inoportunos o que oigan un irritante "déjame en paz".

3. Que sepa ver el mundo a través de los ojos de un niño:

Recuerde su propia infancia y empezará a entender entonces por qué tantas cosas le resultan misteriosas, atemorizantes o incluso divertidas a un niño. Es necesario olvidarse de la idea de cómo deberían ser las cosas.
4. Que ponga límites:

  • Los niños desprecian a los maestros que no son capaces de mantener el orden en el salón. La disciplina es una forma dura y riesgosa de amar, porque el niño a menudo rechaza a quien se le impone. Sin embargo, la retroalimentación del estudio de Guarendi demostró que cuando la disciplina se ejercía de manera justa y con sentimientos de amor, los niños se beneficiaban de ella y la reconocían.

PATRONES DE CRIANZAS

LOS PATRONES DE CRIANZA

La palabra crianza viene del latín creare, que significa orientar, instruir y dirigir. Mientras más avanzada en su evolución es una especie, mayor será su proceso de crianza; por ello, los seres humanos somos de crianza prolongada: aproximadamente un tercio de la vida del ser humano transcurre durante su proceso de crianza. El ser humano durante su crianza debe adquirir: autonomía, autoestima, solidaridad, creatividad y dignidad entre otros.
La dignidad, acompañante indispensable de los procesos de crianza y educación, que buscan como objetivo el crecimiento de los niños en dignidad, esto es, en el respeto por sí mismos y por los demás. Entre los elementos que podemos aportar durante el proceso de crianza, para que la dignidad y el decoro se incorporen definitivamente al diario vivir de las personas, están: * Los adultos como modelos, es este el más importante, ya que este se traspasa de generación en generación.
¿QUÉ SE ENTIENDE POR PRÁCTICA DE CRIANZA?
Las prácticas de crianza hacen parte de las relaciones familiares y en ellas se resalta el papel que juegan los padres en la formación de sus hijos. Estos, generalmente, tienen una noción espontánea, no muy elaborada, de la manera como se debe criar a los hijos y además son capaces de desarrollar teorías sobre la mejor forma de realizar esta tarea.
Si bien los padres, en su gran mayoría, pueden alcanzar la habilidad necesaria para orientar el comportamiento de sus hijos, estos no siempre cuentan con una explicación satisfactoria y coherente de su comportamiento. La justificación de sus prácticas de crianza, especialmente en padres con bajo nivel educativo, no es claras y en muchos casos se alejan de las reales circunstancias en las que se generaron, y tienden a reducirse significativamente la complejidad del fenómeno.
Una forma de aproximarse a este complejo proceso, desde una perspectiva más sistemática, es definiendo el concepto de prácticas de crianza, lo cual permite ir más allá del sentido común. En primer lugar, una aproximación inicial nos indica que este fenómeno se sitúa en el campo de la interacción humana, esto es, en el marco de una relación interpersonal muy particular, caracterizada por el poder y la influencia mutua. En tanto que es una relación de poder, se evidencia que en las prácticas de crianza se suscita una tensión entre sujetos que cuentan con alguna forma de poder, los padres la manifiestan en su clara convicción que están ahí para cumplir una función orientadora, y los hijos que son capaces de lograr algún tipo de atención.
Ahora bien, se debe tener en cuenta que esta relación de poder no se manifiesta como un proceso de una sola vía, esto es, no se trata de un tipo den influencia que va de los padres hacia los hijos, sino todo lo contrario, en esta relación es clara la mutua influencia entre los dos participantes del vínculo, y es precisamente estro lo que constituye la segunda característica de las prácticas de crianza antes señalada. En otras palabras, los niños son también capaces de ejercer control sobre la conducta de sus padres, lo que quiere decir que cuentan con la habilidad necesaria para reorientar las acciones de éstos. Si bien es cierto, que para comprender integralmente las prácticas de crianza es imprescindible tener en cuenta las acciones de los niños.
Continuando con este deslinde, en segundo lugar se debe caer en cuenta que las prácticas de crianza, como se ha venido repitiendo, son un proceso, esto quiere decir que son un conjunto de acciones concatenadas, que cuenta un inicio y que se va desenvolviendo conforme pasa el tiempo. No se trata de acciones y reacciones estáticas de padres e hijos, petrificadas en unas formas de comportamientos repetitivos, todo lo opuesto, las prácticas decrianza se van transformando por efecto del desarrollo de los niños, así como por los cambios suscitados en el medio social. En tercer lugar, en la crianza se encuentran involucrados tres procesos psicosociales: las prácticas propiamente dichas, las pautas y las creencias.
Las prácticas deben concebirse como acciones, esto es, como comportamientos intencionados y regulados, “... es lo que efectivamente hacen los adultos encargados de vera los niños. Son acciones que se orientan a garantizar la supervivencia del infante, a favorecer su crecimiento y desarrollo psicosocial, y a facilitar el aprendizaje de conocimientos que permita al niño reconocer y interpretar el entorno que le rodea” (Aguirre, 2000).
Un rasgo de las prácticas lo constituye el hecho de que son acciones aprendidas, tanto dentro de las relaciones de crianza en las cuales se vieron involucrados los adultos, como por referencia a comportamientos de otros padres de familia, esto quiere decir que las acciones que manifiestan los padres frente al comportamiento de sus hijos no son el resultado de la maduración biológica, dependen de las características de la cultura a la cual se pertenece. Por otro lado, las prácticas se manifiestan de una manera particular para atender comportamientos específicos de los niños, por ejemplo frente a la alimentación, ante la demanda de afecto o como respuesta a conductas disfuncionales, y pueden tomar la forma de conductas motoras complejas, de expresiones verbales o de gesticulaciones voluntarias.
CLASIFICACIÓN DE LOS TIPOS DE PATRONES DE CRIANZA
Patrón de crianza disfuncional-permisivo
Patrón de crianza disfuncional-autoritativo
Patrón de crianza disfuncional-negligente
En la literatura sobre la crianza, uno de los aspectos claves para  la investigación y las aplicaciones clínicas es la identificación de estilos, patrones o tipos de crianza. O Leary y su equipo (Arnold, at. Al, 1993; Smith & O?Leary, 1995; O?Leary, Smith & Reid, 1999) identificaron tipos de patrones disciplinarios que la madre tendería aplicar cuando intenta orientar la conducta inapropiada de sus hijos.
Un primer patrón estaría caracterizado por un estilo disciplinario punitivo, acentuando el uso de gritoscastigos físicos o verbales y una mayor reactividad que la esperada. Las consecuencias que se derivan de estas prácticas producen niños con problemas de conductas disruptivas, oposicionismo y agresión. Otro estilo que hallaron es aquel caracterizado por la permisividad, la flexibilidad de los límites y la inconsistencia, siendo los padres dominados por las exigencias del niño. Este tipo de crianza se ha asociado a delincuencia, sobre dependencia y conductas oposicionistas.
Finalmente, estos investigadores encontraron un estilo en el que se tiende a hablar bastante, con prolongados intercambios verbales entre los padres y los hijos aún cuando ello es inefectivo. La atención que pone el padre a la conducta inapropiada, a través de un prolongado sermón, inadvertidamente actúa como un reforzador de la conducta que trata de eliminar. Por efectos del modelado, el niño puede utilizar, posteriormente, igualmente largas explicaciones con la meta de convencer a sus padres para que remuevan el castigo.
Las prácticas de crianza, sea en intensidad, frecuencia o modo, varían tanto como lugares hay en donde se hallan familias, pero hay tres aspectos que se mantienen constantes (Arrindel, et al., 1999): el rechazo, la calidez emocional y la protección (excesiva). Los recuerdos de los adultos, sobre la crianza que recibieron pueden ser ubicados en estas tres líneas.
LA EDUCACIÓN
 En la actualidad existe un amplio consenso en considerar a la educación como el factor primordial del crecimiento económico y del desarrollo social, en atención a esto, dicho proceso desprende altos beneficios sociales cuando existe mayor formación en los individuos. Sin embargo, la generación y el mantenimiento de la misma ostenta muchos problemas elementales, tales como: el deterioro de las instalaciones, la escasez de recursos, los docentes sin formación para ejercer su función, la ineficacia administrativa, y lo que casi constituye un insulto para los venezolanos el desprestigio de la escuela oficial, con su inevitable consecuencia: la desvalorización de la escolaridad por las últimas generaciones.
Cabe señalar, que la educación como proceso social es amplia y diversa, por ello se le relaciona con todas las actividades humanas, entre las cuales está la adquisición de conocimientos o habilidades, pero lo que resulta más importante, es su función como formadora de valores, actitudes, aspiraciones y expectativas. Paralelamente a lo antes señalado, constatamos, con gran asombro, el deterioro latente en muchos aspectos de la educación y por ende del sistema escolar venezolano, especialmente durante los últimos veinte años, y ello es debido a que se han acumulado carencias y deficiencias cuyas manifestaciones más evidentes son: el incremento de la exclusión, la disminución de la escolaridad, el bajo rendimiento en competencias básicas y el atraso en comparación con otros países de América Latina.
De lo antes expuesto se desprende, la falta de una mejor política social dirigida hacia la educación, la escasa credibilidad que tiene la escuela como institución social en el país, y además, de un aumento en la deficiencia del proceso de formación y actualización de los profesionales de la docencia en los diferentes niveles del sistema educativo.
En base a lo anterior, en este capítulo se trata con más precisión, y en una visión más cuantitativa, la evolución histórica por la cual ha pasado el sistema educativo del país, por ser una variable importante, y por demás, objetivo clave de esta investigación. En la primera parte se revisará de forma precisa la evolución de la educación en sus distintos niveles educativos (Preescolar, Primaria, Secundaria y Superior) y posteriormente se explicará la metodología utilizada en este trabajo para el cálculo de las series de stock de capital humano en los niveles de educación primaria, secundaria y superior para el periodo 1950-2002.

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EL NIVEL SOCIO-ECONOMICO


El impacto de La Economía venezolana en la dinámica social ActualEl sistema económico venezolano ha sido definido como capitalista-rentista, donde existe la iniciativa y la propiedad privada, pero con un elevado nivel de participación del Estado en la actividad económica. Ocurre además que dicho Estado obtiene recursos para ésta participación de los beneficios de la actividad petrolera, es decir, vive de la Renta petrolera (de ahí la denominación de Estado rentista). A pesar de la subsistencia de formas de producción no capitalistas, el modo capitalista de producción es sin duda el predominante en la economía venezolana.
Desde la década de los setenta Venezuela ha experimentado un proceso importante de descentralización política, económica y administrativa, que ha generado un mayor equilibrio geoeconómico, aunque todavía se mantienen enormes desequilibrios en la ocupación y aprovechamiento del espacio geoeconómico venezolano. Los últimos veinte años del siglo veinte fueron en especial difíciles para la Economía venezolana que creció entre 1976 y 1996 a una tasa promedio anual de 2,14%, mientras la población crecía en el mismo período a un ritmo de 2,18% anual, tasa ésta mayor que el nivel de crecimiento económico ya mencionado. Como consecuencia de ésta situación, Venezuela, según estadísticas del Banco Mundial, pasó de ocupar el primer lugar en 1976 entre los países latinoamericanos en cuanto al Ingreso Per Cápita, al octavo puesto en 1996.
Antes de la década de los Ochenta, las expectativas económicas de Venezuela apuntaban a una enorme facilidad para acceder a una riqueza cada vez mayor, así como a una cada vez mayor igualdad en el ingreso familiar que hacia surgir una clase media cada vez más numerosa. Después de los años Ochenta, la realidad señala un creciente aumento de la Desigualdad, que se manifiesta en el hecho de que, para el año 2000, el 10% de la población venezolana concentraba en sus manos cerca del 42% del ingreso total del país.
La combinación de mayor desigualdad y disminución del Ingreso per cápita se ha traducido en el caso venezolano, en un notable y preocupante incremento de la pobreza, la relativa prosperidad que vivió Venezuela hasta inicios de los Ochenta, hizo surgir el calificativo de Venezuela Saudita para referirse a los cuantiosos recursos que generó el auge de la actividad petrolera. Esa prosperidad no se debió al trabajo de los venezolanos sino al aumento de la Renta petrolera, siendo esto agravado por el mal uso que se dio a gran parte de los ingresos obtenidos, que no fueron destinados a la creación de formas de generación de riqueza distintas del ingreso petrolero. 
América Latina y Venezuela: Del proteccionismo al Neoliberalismo
América Latina en general, ha experimentado importantes cambios económicos, en especial luego de los años ochenta, antes de esa fecha, la mayoría de los países de la región habían adoptado la política de sustitución de importaciones recomendada por la CEPAL con la cual, se restringía fuertemente la inversión extranjera buscando favorecer la producción industrial de los países de la región. A finales de los Ochenta, y en parte arrastrados por una tendencia mundial iniciada en los EE.UU. e Inglaterra, y promocionada por organismos como el Banco Mundial y el FMI (Fondo Monetario Internacional), los países latinoamericanos comenzaron a aplicar políticas para la privatización de las empresas públicas y la apertura de sus mercados nacionales.

Así, Venezuela adoptó a partir de 1989 políticas de apertura comercial, privatización y liberalización de la economía, que llevaron a quienes se oponían a dichas políticas a acusar al gobierno de Neoliberal. Aunque en el resto de los países latinoamericanos las reformas siguieron adelante, en el caso venezolano, el impulso hacia la liberalización económica se vio detenido luego de 1992, como consecuencia del aumento del grado de conflictividad social que desencadenó una profunda crisis política que llevo a la destitución del presidente Carlos Andrés Pérez.
Al evaluar la situación general de América Latina tras más de diez años de reformas económicas destinadas a lograr la Liberalización de sus mercados, puede afirmarse que los resultados, aunque difieren de un país a otro, han sido principalmente: un mayor control de la inflación, reactivación del crecimiento económico, cierta recuperación del dinamismo de las economías latinoamericanas, así como un innegable avance en la difícil tarea de reformar el Estado. Sin Embargo, las reformas económicas no han logrado reducir significativamente los niveles de pobreza, ni frenar el crecimiento del desempleo, así como tampoco han podido lograr una recuperación real del salario de los trabajadores.
La brecha social, lejos de disminuir, continúa hoy aumentando, pues, aunque los pobres son hoy menos pobres en cuanto a su poder adquisitivo, ocurre también que los ricos son cada vez más ricos, gracias a su ventajosa situación económica. Esta gran desigualdad en el nivel de ingreso entre ricos y pobres se debe en gran medida a las diferencias existentes entre unos y otros en cuanto a su formación, así como a las distintas posibilidades que poseen de acceder al uso de los recursos naturales.

Educación y Desarrollo económico.
Distintos organismos y personalidades del mundo académico han coincidido en señalar que, la única posibilidad real de reducir de manera importante los nivelas de pobreza en América Latina es a través de la implementación de una profunda reforma educativa. En Venezuela, como ya se señaló, la distribución del ingreso se ha hecho cada vez más desigual, a la vez que se ha reducido el nivel de ingreso. Sí a ello se suma que el sólo crecimiento económico no garantiza mayor igualdad social, se tiene entonces que la única vía eficaz para lograr mayor justicia social en la distribución de la riqueza, es el mejoramiento del nivel educativo de la población, y en especial, de los más pobres.

Es indudable que existe una clara relación entre el nivel de igualdad en la distribución del ingreso y el número de años de escolaridad promedio de un país. En Venezuela la población de más bajos recursos se encuentra en desventaja, tanto en el número de años de escolaridad como en la calidad de la Educación que recibe, así, los hijos de las familias de mayores recursos, no sólo reciben más años de educación que los de familias de bajos ingresos, sino que además, reciben una educación de mayor calidad. Mejorar esa situación, aunque requerirá varios años de esfuerzo continuo por parte de la sociedad venezolana, es sin embargo indispensable. 
Es importante señalar que una reforma educativa tiene un efecto moderado en la superación de la pobreza en el corto plazo, pero a largo plazo, su impacto en la calidad de vida de la población es profundo. Además, una reforma integral que comprenda cambios estructurales en la economía y en la educación logrará efectos que se harán perceptibles de inmediato. En resumen, la receta para alcanzar un alto nivel de ingreso con distribución más equitativa es fácil de entender pero difícil de realizar: Una economía de mercado más eficiente y una educación de calidad para
El Auge de la Pobreza:
Al revisar las estadísticas referentes a las denominadas pobreza Crítica y Extrema en Venezuela, se observa que para el año 2000, cerca del 70% de las familias se encontraban en situación de pobreza, frente a un 18% que se encontraba en esa misma situación para 1980, en menos de veinte años, el número de pobres en Venezuela se ha triplicado. El acelerado crecimiento de la pobreza en Venezuela está vinculado a la reducción del empleo y del salario real.
 En los años setenta, Venezuela conoció el pleno empleo, pero después del Viernes Negro las cifras del empleo informal no han dejado de crecer, ubicándose siempre por encima del 30% al tiempo que el desempleo abierto, es decir, la proporción de la fuerza de trabajo que está desocupada y buscando empleo, ha oscilado después de 1983 entre el 6 y el 13%: Sumando el desempleo y el empleo informal se tiene que de 1983 en adelante, solamente el 50% de la fuerza de trabajo venezolana ha contado con un empleo fijo.

Esta disminución significa en la práctica que, una proporción creciente de la población vive en condiciones precarias, en viviendas cada vez más improvisadas y en condiciones de hacinamiento. 
La causa inmediata de la pérdida del poder adquisitivo, que se refleja en la calidad del consumo y de la vivienda, está asociada a la caída del salario real. Si se analiza el valor nominal de las remuneraciones obtenidas por los trabajadores en bolívares, se observa que los ingresos han crecido notablemente. Un trabajador que ganaba en el año 1978 Bs. 2.000,00, gana hoy, debido a la inflación Bs. 321.000,00, sin embargo puede adquirir con ese monto menos bienes y servicios que los que podía adquirir veinte años atrás. Esto se debe a que, en realidad, el salario real promedio, que creció ininterrumpidamente entre 1950 y 1978, ha sufrido desde entonces un severo desplome a tal punto que, en términos reales, se encuentra hoy al mismo nivel del año 1950. Aunque pueda parecer increíble, en un país donde han ingresado cientos de miles de millones de dólares por la explotación petrolera, la remuneración del trabajo no ha hecho sino disminuir en los últimos veinticinco años. La explicación de esta paradoja requiere hacer uso del análisis económico, para revelar los inicios de la crisis venezolana.
El Comienzo de la crisis venezolana.
Al analizar los indicadores económicos más importantes se observa que en Venezuela, a diferencia de la mayoría de las economías modernas, se ha presentado desde 1983 una marcada disminución de la productividad, disminución cuyos orígenes se remontan al aumento brusco y repentino de los precios del petróleo ocurrido en 1973. Antes de esa fecha, la inversión privada y gran parte de la pública, se hizo para abastecer un mercado interno protegido por la política de Sustitución de Importaciones, lo que llevó a la creación en el país de un parque industrial que antes era inexistente. Debido a lo limitado del mercado nacional y la ineficacia de la inversión realizada, la avalancha de inversiones públicas y privadas que se produjo luego de 1973 dio como resultado una disminución y no un aumento de la productividad general de la economía venezolana. Es en ese momento que puede ubicarse los orígenes de la crisis del modelo rentista venezolano, pues el país no supo ni pudo absorber de manera eficiente la Sobredosis de capital que entró desde el exterior entre 1974 y 1978.
En 1978, la inversión anual llegó a un punto máximo cercano al 45% del producto Interno bruto (P.I.B.) , y comenzó a descender al ser frenada por la caída en los rendimientos o ganancias. A partir de 1983, la caída de los precios del petróleo alejó también la inversión, pero es importante destacar que dicha baja en los precios del crudo no fue la causa original de la crisis, sino que contribuyó a agravarla y la hizo más difícil de superar. De 1983 en adelante, la inversión anual se ubicó por debajo del 20% del P.I.B., contribuyendo esta disminución a que el parque industrial venezolano se volviese progresivamente obsoleto.
El aumento de los ingresos petroleros como consecuencia de la Guerra del Golfo, en 1991, ensombreció el panorama de mejoría económica pues aportó nuevos recursos rentísticos (es decir, provenientes de la renta petrolera) a la economía nacional, que hicieron al gobierno abandonar muchos de los esfuerzos reformadores implementados en 1989. Además, la crisis política de 1992 y 1993, la crisis financiera de 1994 y 1995, revirtieron los efectos positivos del "paquete" y agudizaron las tendencias negativas que venía arrastrando la economía venezolana desde hace décadas. Desde los años noventa y hasta hoy, la economía venezolana viene pagando las consecuencias de no haber adoptado las medidas necesarias para El aumento de los ingresos petroleros como consecuencia de la Guerra del Golfo, en 1991, ensombreció el panorama de mejoría económica pues aportó nuevos recursos rentísticos (es decir, provenientes de la renta petrolera) a la economía nacional, que hicieron al gobierno abandonar muchos de los esfuerzos reformadores implementados en 1989. Además, la crisis política de 1992 y 1993, la crisis financiera de 1994 y 1995, revirtieron los efectos positivos del "paquete" y agudizaron las tendencias negativas que venía arrastrando la economía venezolana desde hace décadas. Desde los años noventa y hasta hoy, la economía venezolana viene pagando las consecuencias de no haber adoptado las medidas necesarias para diversificar el aparato productivo nacional y hacerlo más competitivo. El precio más alto pagado por los errores económicos, lo constituye un aumento sin precedentes de la pobreza, que hoy afecta a uno de cada dos venezolanos.          
Los orígenes Históricos de la Actual Crisis
Las raíces de los males que hoy padece el país, se encuentran íntimamente vinculados a la naturaleza rentista de la economía venezolana y a la forma en que el sistema político imperante en Venezuela en los últimos cincuenta años ha hecho uso de esa renta petrolera. Entre esas causas hay que destacar el papel jugado por la Tasa de Cambio bolívar/dólar, pues dicha tasa ha estado constantemente sobrevaluada desde los años treinta. Esa sobrevaluación del bolívar mejoró el poder adquisitivo de la moneda nacional haciendo más baratas las importaciones, por lo que el desarrollo industrial se vio afectado ante la imposibilidad de los productos venezolanos de competir con la producción importada, está situación afecto negativamente la oferta de empleos en el país.
Como un intento de corregir esa situación, a partir de 1959 se adoptó la política de Compre venezolano, es decir la política de sustitución de importaciones. Como consecuencia de esas políticas, surgieron en pocos años numerosas empresas, muchas de ellas, lamentablemente, simples ensambladoras de piezas foráneas o envasadoras de productos importados. La política del Compre venezolano fue exitosa en lo referente a crear empleos y dotar al país de una base industrial. Sin embargo, las empresas creadas no tuvieron alguna clase de incentivos que las llevara a ser más eficientes o competitivas. El éxito de la mayoría de las empresas venezolanas que surgieron como consecuencia de la política de Sustitución de Importaciones, dependió de la posibilidad de acceder a los favores del gobierno de turno.
En el caso de las empresas públicas, propiedad del Estado venezolano, el impacto de las enormes inversiones realizadas fue mayor. La nacionalización de las industrias básicas (Acero, Aluminio y Petroquímica) y de las industrias del Hierro y el Petróleo, fue realizada aspirando desarrollar nuevos sectores exportadores cuyos requerimientos de capital eran tan altos que sólo podían ser asumidos por el Estado venezolano. Sin embargo, el proceso de inversión resultó ineficiente, ya que la administración de las empresas nacionalizadas estuvo dominada por el clientelismo, y además, los precios de sus productos sufrieron largos períodos de baja en los mercados internacionales.
El costo económico de la nacionalización de esas empresas fue muy alto, pues el Estado debió asumir una enorme deuda externa para financiar las inversiones realizadas y, más adelante, debió cubrir las pérdidas producidas por el ineficiente manejo de dichas empresas.
Además de la inversión y el fomento al desarrollo industrial, el otro mecanismo utilizado en Venezuela para la distribución de la renta petrolera fue el gasto público. De 1958 en adelante, floreció una burocracia clientelar que repartía cargos, muchos de ellos innecesarios, a los militantes y simpatizantes de los principales partidos políticos. El resultado de esta práctica fue el surgimiento de una Administración Pública hipertrofiada y poco capaz, que contribuyó al debilitamiento del Estado y al fomento de la corrupción. El efecto más nocivo de la corrupción administrativa para la sociedad venezolana ha sido la aparición de una actitud generalizada en la población de ver la cosa pública como una torta de las que todos quieren su pedazo, dicha actitud se manifiesta en la evasión de impuestos, el robo de equipos en los hospitales, el cobrar sin trabajar, entre otras. Es indudable que la corrupción ha sido uno de los mecanismos para el reparto de la renta petrolera en Venezuela, que más problemas ha traído.
El Impacto Social de la Crisis venezolana
El incremento en la pobreza, el desempleo y la proliferación de la economía informal han tenido un profundo impacto en la sociedad venezolana, especialmente en los sectores más humildes de la población. El 80% de la población del país es urbana y vive en centros con más de diez mil habitantes. De ellos, más de la mitad vive en barrios, que son zonas de poblamiento irregular surgidos en su mayoría de la migración masiva de personas del campo a la ciudad. Así el desarrollo industrial de Caracas, Maracaibo, Valencia, Barquisimeto, Maracay y Puerto Ordaz ha hecho surgir en esas ciudades cinturones de miseria, llenos de personas que llegaron a la ciudad en busca de empleo. Aunque el Estado venezolano ha dotado a muchos de esos barrios de infraestructura y servicios básicos, el carácter anárquico y precario de la mayoría de ellos ha impedido un correcto desarrollo urbanístico de la mayoría de las ciudades venezolanas. 

Debido al crecimiento de la población en los barrios, la imposibilidad de adquirir viviendas fuera de ellos y la dificultad de emprender nuevas invasiones de terrenos cerca de las ciudades, la mayoría de los barrios en Venezuela (en especial en Caracas) han visto aumentar su densidad poblacional en los últimos años, con lo cual cada vez más venezolanos nacen en situación de pobreza. El hacinamiento resultante, la falta de empleo y la pobreza creciente, en medio de una sociedad que hace gala de un gran consumismo y que pregona la riqueza fácil, han actuado como caldo de cultivo para el surgimiento de gravísimos problemas sociales como la delincuencia, el incremento de la promiscuidad y, la desintegración de la familia tradicional.

El impacto de la crisis en la Familia venezolana
La tendencia mundial en las últimas décadas ha sido hacia la disolución de la extensa familia tradicional y su sustitución por la familia nuclear, compuesta solamente por la madre, padre e hijos. La pareja ha pasado de ser una forma estable de convivencia a ser remplazada por uniones sucesivas que dejan a la mujer con hijos de diferentes padres, no hay indicios que hagan pensar que esta tendencia se revierta, pues las presiones y expectativas de la vida moderna, con su especial énfasis en el logro y la felicidad individual, hacen más bien que dicha tendencia se acentúe cada vez más.
            En los barrios venezolanos conviven el trabajador, el estudiante, la ama de casa, el vago y el malandro, proviniendo muchas veces todos ellos de una misma familia, sin que se haya podido explicar hasta ahora, por qué cada uno toma un camino diferente. La familia que predomina entre los sectores más pobres de la sociedad venezolana es la centrada en la madre, ya que en más del 25% de los hogares de Venezuela el padre está ausente, o bien se encuentra presente sólo de manera temporal y jugando un papel secundario en la organización familiar.
En la clase media venezolana predomina el concepto de pareja por sobre el de matrimonio, de hecho, en Venezuela el número de matrimonios se ha reducido notablemente en los últimos tiempos. Esta reducción está sin duda asociada al aumento de las dificultades económicas, pues casarse implica altos costos (vivienda, equipamiento, manutención de los hijos) que llevan a muchas parejas a prescindir del matrimonio, prefiriendo una unión temporal, muy al estilo europeo actual. Además el número de separaciones y divorcios ha crecido enormemente en los últimos años.
En la sociedad venezolana actual es la mujer quien asume mayoritariamente la carga familiar. A la vez que es madre, la mujer venezolana es casi siempre, el sostén principal del hogar. La necesidad de trabajar ha hecho que las mujeres venezolanas dediquen cada vez menos tiempo a sus hijos, quienes son llevados a guarderías o, en muchos casos, quedan solos en casa o en la calle. El predominio de nuevas formas de organización familiar ha hecho olvidar que, la familia extensa tradicional ofrece a los individuos el espacio más idóneo para su desarrollo interpersonal y para su bienestar. Presentando esto una visión futura de la sociedad venezolana muy negativa.
El 11% de la familia venezolana, que vive en los sectores socioeconómicos “D y E”, duermen, ven televisión, se alimentan, orinan y defecan en una misma habitación, ya que sus viviendas tienen un solo espacio físico. Esta es una dramática realidad. Esto es hacinamiento. Pero si estas cifras no despiertan la atención, tanto del gobierno, como de la oposición, agregamos que más del 60% de los venezolanos de estos sectores socioeconómicos consumen pollo y carne una vez al mes, y cuando hablamos de pollo y carne hablamos de alitas y paticas y por otro lado, de bofe
Las misiones de la revolución no están llegando a los pobres. Lo que el gobierno entiende como programas sociales, atienden más al ofertismo electoral, a la publicidad, que a verdaderas estrategias dirigidas a mejorar la calidad de vida de los sectores más humildes
El Plan Barrio Adentro, que tiene que ver con la asistencia médica, tiene un nivel de conocimiento que sobrepasa el 76%. Sin embargo, cuando se le preguntó a los encuestados, todos pertenecientes a los sectores sujetos supuestamente a esos beneficios, si él o algún miembro de su familia ha sido asistido por ese plan, apenas el 27% responde afirmativamente. Algo similar ocurre con los otros
A la misión “Vuelvan Caras” le va peor: cuando le preguntaron a venezolanos de los sectores D y E si él o algún miembro de su familia ha participado o ha recibido algún tipo de servicios por parte de esa misión, o ha recibido de ella algún tipo de ayuda, apenas el 7,5% respondió que sí, mientras que el 92,5% dije que no
A los gobiernos no les gusta cuando les decimos la verdad, y para ser sinceros, a los otros gobiernos también les molestaba, con la diferencia de que aquellos no amenazaban con denunciarnos ante organismos penales por ello, ni nos agredían, como lo están haciendo ahora.
La pobreza ha demostrado que no tiene que ver nada con enunciados ni con programas ni con revoluciones. Su curso, en Venezuela, ha sido indetenible y ha logrado sumar en sus filas cada vez a más gente. Entre los pobres se ha encargado de entronizar sus efectos y entre sectores que luchaban tradicionalmente por salir de ella han aumentado sus integrantes.
De ello habla Víctor Manuel García, presidente de Cifras Encuestadora C.A. (CECA) y editor del Informe en Cifras, la publicación semanal en Internet de análisis informativo y documental. Y lo hace a propósito de que esta semana fue presentada, con gran acogida en los medios de comunicación del país, la II Parte de la Radiografía Social de Venezuela, un estudio que lamentablemente nos revela que ahora somos más pobres.
-¿Por qué esa radiografía y qué le revela al país?
Lo fundamental, la génesis de este estudio, fue determinar la situación económica y social de los sectores más necesitados del país. Hay que recordar que en la primera entrega, que hicimos al Episcopado Venezolano, en la conmemoración de la Semana por la Vida, dentro de la Encíclica de su Santidad Juan Pablo II, Evangelio de Vida, habíamos encontrado que en Venezuela existía una nueva clase de ricos, la cuál estaba integrada por oficiales de alto rango de nuestras Fuerzas Armadas Nacionales y burócratas civiles al servicio de la revolución. Paralelamente encontramos en todas las grandes urbes de Venezuela, un cinturón marginal, cuyos integrantes no podían ser estudiados atendiendo a los parámetros tradicionales de ingresos, dieta diaria alimentaria, vivienda, recreación, salud y educación, debido a que estos venezolanos se encontraban o se encuentran en la indigencia y la mendicidad.
Por ello tomamos la iniciativa en CECA de profundizar el estudio en los sectores D y E de la población ¿y qué nos encontramos?
En primer lugar que los venezolanos pobres cinco años después de la revolución, son dramáticamente más pobres. ¿Por qué afirmamos esto? El 57% de la familia venezolana que vive en estos segmentos sociales apenas si puede hacer dos comidas diarias. El 11% de la familia venezolana que vive en estos sectores socioeconómicos, en lo que ellos llaman vivienda, en un solo espacio físico duermen, ven televisor, se alimentan, orinan y defecan. Esta es una realidad. El 11 por ciento de la familia venezolana habita en viviendas de un solo espacio, esto es hacinamiento. Pero si estas cifras no despiertan la atención, tanto del gobierno, como de la oposición, agregamos que más del 60% de los venezolanos de estos sectores socioeconómicos consumen pollo y carne una vez al mes. Ahora bien, cuando profundizamos en la investigación cualitativa, los resultados de las dinámicas de grupo, de los focus group, nos revelan que lo que esta gente entiende por pollo son alitas y paticas de pollo, y lo que entienden por carne, es bofe.
AHORA LOS JEFES DE HOGARES SON MAS JÓVENES Y MAS POBRES
Otro aspecto importante que es necesario abordar en este estudio sobre la pobreza, es el relativo al de los jefes de hogares. Cuando iniciamos esta investigación habíamos estandarizado nuestros grupos etáreos en cuatro subgrupos: 18 a 24 años, 25 a 35 , 36 a 47 y 47 y más años. Sin embargo, cuando fuimos a aplicar el instrumento en campo, nos sorprendió una realidad: el 15 por ciento de los jefes de hogares de las familias de los sectores más humildes son venezolanas y venezolanos cuyas edades se encuentran entre 15 y 18 años. Es decir, jovencitas y jovencitos que deberían estar asistiendo a su escuela o a su bachillerato, ya son jefes de hogares con uno, dos o tres muchachos.
Sorpresivamente también encontramos que el 48 por ciento de las familias de los sectores D y E conviven por vivienda entre cuatro y ocho personas, pero si algo resulta alarmante es esto: de los que integran este sector, el 42,1% está desempleado. En el último año hay una variación del 2,3% de crecimiento, al pasar del 39,8 en el 2003 al 42,1 en el 2004 el desempleo de estos sectores socioeconómicos. Otro punto que revela la situación de pobreza de estos compatriotas de los sectores más humildes, es que el 42,2% vive del denominado “rebusque” diario, como lo catalogan; es decir, tienen ingresos diarios en lo que llaman “matar tigres”. Por ejemplo, llevar bolsas del supermercado o cuidar carros en la calle.

VIOLENCIA Y DESEMPLEO
El año 1997 la cifras de fallecidos por violencia en Venezuela se ubicaban en 4.306 personas al año. En el año 2003 subió esta cifra a 10.576 fallecidos por violencia. Es decir, un aumento de más del 145%. Otro indicador es el desempleo. Por ejemplo, en el año 1997 la cifra de desempleo era del 10.3%. En el año 2.004 el desempleo se ubica en un 20% de la población económicamente activa, que se estima en 11 millones 800 mil personas. La economía informal es otro indicador que nos revela la ineptitud y la incapacidad del régimen por mejorar la calidad de vida de los venezolanos. El año 1997, 40% de la población económicamente activa estaba en la economía informal. En el año 2004 esta cifra se ubica en un 56,3%. Esto revela que más del 70% de la población económicamente activa venezolana, está en la economía informal o está desempleada. Eso es una gran realidad. Entonces, o asumes tu incapacidad para mejorar las condiciones de vida de los venezolanos, o sencillamente tratas de desvirtuar las campanas de alarma que te están dando el mensaje y el mensajero, Desgraciadamente la revolución bolivariana opta por lo segundo.
-Las encuestas son fundamentalmente un instrumento democrático. Acallarlas es una tentación de los regímenes sensibles a la piel y prestos a actuar. ¿Ha recibido o percibido CECA estas amenazas?
-La respuesta es un categórico sí. Por supuesto que hay presión. Cuando observas que el régimen, a través de su página oficial, denominada aporrea.org, anuncia que Víctor Manuel García va a ser denunciado penalmente ante la Fiscalía General de a República, por golpista por propiciar el desmembramiento del territorio nacional está ejecutando un mecanismo de presión, utilizando medidas coercitivas para silenciar, para cercenar, para coartar, lo que en definitiva es la voz del pueblo. Si tenemos en cuenta que la voz del pueblo es la voz de dios, vox populi, vox dei, las encuestas no hacen otra cosa que intermediar entre lo que es la voz de los que no tienen acceso a los medios de comunicación, y esta verdad les molesta. No solamente a este régimen, sino que lamentablemente a los anteriores gobiernos también les molestaba cuando publicábamos una encuesta que no les favorecía, con la diferencia de que aquellos no amenazaban con denunciarnos ante un organismo penal, ni agredían a nuestros encuestadores, como lo están haciendo ahora.

LA FAMILIA VENEZOLANA
La familia es la unidad básica de la sociedad humana; centro fundamental del desarrollo de la vida afectiva y moral del individuo. Constitución política, “La familia es el núcleo fundamental de la sociedad, se constituye por vínculos naturales o jurídicos, por la  decisión libre de un hombre y una mujer de contraer matrimonio o por la voluntad responsable de conformarla”. La familia es una estructura social vital en toda comunidad. Las definiciones de familia tienden a referirse a las relaciones de consanguinidad y a un sistema compartido de valores, pero las familias son tan diversas como los individuos que la componen.
Algunos utilizan el término “parentesco” para referirse a la familia biológica, es decir, a los parientes por sangre o ancestro, en la cual uno nace y “vinculo" hace referencia a la familia que uno escoge. Uno puede pertenecer simultáneamente a las dos. La familia es un sistema social viviente, fuente tanto de gran tensión como de recursos de apoyo. “La familia es el principal y más poderoso sistema emocional al cual pertenecen los seres humanos y constituye el mayor recurso potencial.
Los lazos emocionales entre los miembros de las familias se encuentran entre los más iníciales y poderosos lazos experimentados, conectando entre sí a los miembros de la familia a lo largo de sus vidas y aún después de su muerte, trascendiendo el tiempo, la distancia y los conflictos. Esta conexión emocional es una característica básica de la familia.
La familia puede considerarse como un sistema complejo en la que sus miembros desempeñan distintos roles y se interrelacionan para llevar a cabo una serie de funciones importantes para cada individuo, para la familia; como un todo contribuyendo así a la sociedad en la que se encuentra inmersa.
FUNCIONES DE LA FAMILIA.
La función de la familia, habla de los aportes que cada uno de los integrantes realiza para el bienestar familiar. Se refiere al desenvolvimiento social, afectivo, económico, que afectan directamente a los implicados. Existe una razón para ir con los cambios que se dan día a día, la necesidad de llevar a la familia por el camino de la evolución integral.  Existen las siguientes:
Función biológica: satisfacción sexual del hombre y la mujer. Además la procreación de los  hijos y vivir con ellos en familia.
Apoyo mutuo: Cuando hay dificultades o problemas que amenazan la integridad de uno o varios de sus miembros.
Crianza de los hijos: Suministro de elementos biológicos, clima emocional para el desarrollo, establecimiento de límites y apertura de oportunidades según el momento en el ciclo de la vida.
Socialización: La familia trasmite valores, actitudes éticas, normas de comportamiento, estrategias para sobrevivir y tener éxito en un mundo social complejo y competitivo.  Afecto y ambiente para expresión de emociones (rabia, temores, alegrías, entre otros). 
Función cultural: comprende aquella parte de los procesos de reproducción cultural y espiritual de la sociedad que transcurren dentro de la familia, particularmente los relacionados con los valores sociales que transmite la familia y las actividades de tiempo libre que transcurren en el hogar o aquellos que los integrantes disfrutan en grupo fuera del hogar.
Función económica: se realiza a través de la convivencia en un hogar común y la administración de la economía doméstica. Para el cumplimiento de esta función resulta central la variada gama de actividades que se realizan en el hogar, dirigidas al mantenimiento de la familia, cuyo aporte es fundamental para asegurar la existencia física y desarrollo de sus miembros.
BASE LEGALES DE LA FAMILIA

       Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
Desde el artículo 75 al 82 del Capítulo V, de los derechos sociales de las familias, la Constitución señala que el estado empleará una serie de mecanismos que favorezcan la integridad de los miembros de una familia. Determina que los derechos y deberes están en términos de equidad y que protegerán tanto al padre como a la madre, o a quien tenga la autoridad como jefe de familia. Los niños tienen derecho a ser criados por una familia en el caso de que la biológica no esté podrán tener familia sustituta.

            En cuanto al número de hijos que los padres pueden tener, deberán asumirlo responsablemente. Las madres tendrán asistencia durante todo el proceso de embarazo y parto por parte del Estado. Posteriormente el padre y la madre deberán proporcionar las herramientas necesarias para el desarrollo integral de sus hijos en asisten por parte del estado y los programas educativos. Los niños serán sujetos plenos a derecho y estarán protegidos por las leyes e institutos competentes.

            Los jóvenes tienen derecho a ser sujetos activos de la sociedad y el Estado procurará que eso sea un hecho, creando oportunidades estimulantes para el desarrollo productivo de la nación, incluyéndose el proceso de capacitación y el primer empleo. Igualmente, el Estado garantizará a las personas de la tercera edad todos sus derechos y su respeto, así como la promoción de acciones para mejorar su calidad de vida.

            Finalmente, el Estado plantea la garantía de una vivienda para las familias, con prioridad para aquellas que carezcan de recursos económicos y que puedan acceder a sus hogares a través de las políticas sociales que se implementan.
Ley Orgánica de Educación y Reglamento

            Con respecto a esta ley se pueden señalar los siguientes artículos, en donde se observa a plenitud la participación y superación personal de los miembros de la familia.
Artículo 3º. La educación tiene como finalidad fundamental el pleno desarrollo de la personalidad y el logro de un hombre sano, culto, crítico y apto para convivir en una sociedad democrática, justa y libre, basada en la familia como célula fundamental y en la valorización del trabajo; capaz de participar activa, consciente y solidariamente en los procesos de transformación social; consustanciado con los valores de la identidad nacional y con la comprensión, la tolerancia, la convivencia y las actitudes que favorezcan el fortalecimiento de la paz entre las naciones y los vínculos de integración y solidaridad latinoamericana.
Artículo 13. “Se promoverá la participación de la familia, de la comunidad y de todas las instituciones en el proceso educativo”.
Artículo 23. En todos los grados y actividades de educación básica, los órganos de la comunidad educativa atenderán la formación de hábitos y formas de comportamiento de los alumnos, a fin de propiciar un mejor ajuste con su ambiente familiar, social y natural, para fortalecer su formación espiritual.
            Los dos primeros artículos se presentan en la Ley Orgánica de Educación y resumen el propósito que se persigue para con aquellos que están en el sistema educativo. Igualmente se hace referencia a la importante labor de los integrantes de comunidad para participar en las actividades referentes a las escuelas y la forma como pueden intervenir en el desarrollo común de todos. El tercer artículo pertenece al Reglamento de Ley Orgánica de Educación y contiene la relevancia que la comunidad educativa presenta para la formación de los niños y jóvenes a través de buenas acciones que propicien la asimilación de buenas costumbres.

Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente (LOPNA)

En razón de la familia y su relación con esta ley se citan del Título I las siguientes disposiciones generales:
Artículo 5°. Obligaciones Generales de la Familia. La familia es responsable, de forma prioritaria, inmediata e indeclinable, de asegurar a los niños y adolescentes el ejercicio y disfrute pleno y efectivo de sus derechos y garantías. El padre y la madre tienen responsabilidades y obligaciones comunes e iguales en lo que respecta al cuidado, desarrollo y educación integral de sus hijos.
El Estado debe asegurar políticas, programas y asistencia apropiada para que la familia pueda asumir adecuadamente esta responsabilidad, y para que los padres y las madres asuman, en igualdad de condiciones, sus responsabilidades y obligaciones.
Artículo 6°. Participación de la Sociedad. La sociedad debe y tiene derecho de participar activamente para lograr la vigencia plena y efectiva de los derechos y garantías de todos los niños y adolescentes.
El Estado debe crear formas para la participación directa y activa de la sociedad en la definición, ejecución y control de las políticas de protección dirigidas a los niños y adolescentes.
            Básicamente la familia debe estar consciente de los derechos y deberes de los niños y alentarlos a su conocimiento. Los padres deberán, junto con el auxilio de estado, proporcionar los elementos necesarios para la formación integral de sus hijos.
            La sociedad debe participar activamente en el reconocimiento de los derechos de los niños y adolescentes promoviendo su plenitud. Para ello el Estado, como lo señala el artículo 6, se valdrá de acciones que contengan objetivos dirigidos al logro de lo propuesto.